En los momentos de reposo, bien sea este forzado o vacacional, una de las variadas oportunidades que se nos brinda es la de incrementar nuestro ritmo lector.
A continuación comparto con mis pacientes seguidores un ecléctico abanico de libros con los que recientemente tuve ocasión de disfrutar en una de esas mencionadas épocas, comenzando por dos títulos sobre los que poco puedo añadir a lo todo lo dicho ya por las abundantes críticas que se ocuparon de ellos.
En primer lugar me centraré en Factfullnes, de Hans Rosling con Ola Rosling y Anna Rosling Rönnlund, publicado en España por Ediciones Deusto, y traducido de un modo exquisito por Jorge Paredes.

Estos tiempos que algunos denominan de sociedad líquida, y que a todos nos desconciertan por un ritmo al que nos cuesta muchísimo adaptarnos, nos inducen al pesimismo y nos provocan un cierto temor haciéndonos pensar, no sin pocos indicios, que nuestra civilización e incluso nuestro propio planeta están en peligro.
Pues bien, es aquí donde Hans Rosling gusta de nadar a contracorriente, y mostrarnos de forma racional y con un cúmulo de datos irreprochablemente expuestos que, aunque en una mala situación, la sociedad camina hacia adelante, y nunca el género humano tuvo una situación tan favorable como la actual.
Al comenzar el libro el lector se desconcierta, pero a medida que pasan los capítulos debe rendirse a la evidencia de la irrefutabilidad de los argumentos, y, sobre todo, de los datos, aportados por el autor. Curiosamente en fecha reciente el Wordl Economic Forum ha publicitado un trabajo de Max Roser, economista de la Universidad de Oxford, que coincide en la misma apreciación.
No obstante en nuestra vida diaria observamos que la desigualdad crece, que los movimientos migratorios, en gran parte consecuencia de tal desigualdad, suponen un drama humano en constante incremento, y que el deterioro del planeta es progresivo, acercándose a límites peligrosos, y por primera vez en nuestra historia consecuencia de la desventurada acción del ser humano, generando una nueva época, no precisamente dichosa, que algunos dan en llamar antropoceno.
Y de esto también hay datos objetivos.

Así pues, hemos de ser optimistas dando la razón a Rosling y Roser, o hemos de ser pesimistas basándonos en nuestras observaciones cotidianas?. Será que en estos momentos hay un punto de inflexión donde se quiebran las tendencias estudiadas por los primeros?. No olvidemos que estamos en un escenario en el cual por primera vez nuestros hijos viven peor que sus padres.
En cualquier caso decía que poco puedo añadir a los fundados comentarios de más avezados críticos, y muchísimo menos en el ámbito de la estadística, donde mi bagaje analítico es prácticamente inexistente. Lo que sí puedo decir es que el libro es de lectura obligada puesto que nos muestra una vez más que la realidad es muy poliédrica e irregular y ha de ser siempre contemplada con serenidad, apertura de mente y desde muy distintos ángulos.

Francisco Velasco, Migraciones L-319, 2018
Por si esto fuera poco, estilísticamente el libro tiene una construcción interna impecable, un lenguaje fluido, ameno, y en ocasiones con gran sentido del humor, y, como decíamos antes, está intachablemente traducido.
Otro libro ampliamente reseñado es Jugadores de billar de José Avello. Escritor asturiano que, con una vida breve, se convirtió en autor de culto con solo dos novelas: La subversión de Beti García, y la aquí citada.

Dice un buen y muy inteligente amigo que hoy hay exceso de oferta en la producción de novelas, que demasiadas personas quieren escribir su novelina sin aportar absolutamente nada, y que por lo tanto solo debería estarle permitido publicar a aquella persona que contribuye con alguna novedad bien en la melodía (trama, relato) o bien en la armonía (construcción, estructura interna).
Pues bien, esto es lo que, a mi modesto parecer, consigue José Avello, y por partida doble. De una manera suave y muy, muy elegante, va introduciendo al lector en unas situaciones cotidianas, aparentemente intrascendentes, pero donde se va organizando todo un entramado que dibuja el contexto social de una pequeña ciudad de provincias (Oviedo) en una época concreta y reciente, característicamente gris.
En este escenario coloca Avello las interrelaciones de unos personajes muy singulares, cuya psicología va describiendo con la minuciosidad de un platero y con la precisión de un exquisito neurocirujano, formando un mosaico de un hiperrealismo triste. Si pudiéramos ordenar por épocas la pintura del gran Antonio López, la adecuada para maridar (y perdonen la cursilería) con nuestra novela, sería la que representan cuadros como La alacena, Lavabo y espejo, o La nevera de hielo.

Antonio López. Taza de váter y ventana, 1968-1971. Óleo sobre papel adherido a tabla. 143 x 93,5 cm.
Este excelente análisis sicológico de los personajes, mientras que el desarrollo de la intrincada trama hace que el lector se vea arrastrado en un placentero torbellino en el que va a gozar de la melodía y de la armonía. Sin duda de lectura obligada para todas las personas que gustan en disfrutar con una buena novela.

P.D.: Be continued (evidentemente la serie no se acaba con solo estos dos estupendos títulos).